La era ha cambiado ... The Division 2

La célula de The Division vuelve con las pilas cargadas. Si bien a mediados del pasado mes os adelantábamos nuestras primeras impresiones acerca del renovado sistema de PvP, hoy vamos un paso más allá en la aventura por liberar a Washington D.C. Dejamos el calor de las oficinas de Massive Entertainment para vivir durante unas horas dentro de un refugio parisino. De esta manera, echamos un vistazo al grueso de su contenido y lo que está por venir una vez completemos la campaña principal.
Y es que el original pecó precisamente de ello. Alcanzar el techo de cristal ocurría demasiado pronto para un título que vive por y para introducir al jugador en una rueda que en la que nunca cesa su giro. Es por ello que la compañía ha introducido novedades de lo más suculentas, un cambio bastante interesante que rompe con los registros que hasta el momento habíamos visto en la competencia. Pero, antes, toca descubrir qué ha cambiado en una ciudad que antaño acaparaba todos los focos.

The Division 2, impresiones: primeras horas y endgame

Operativo Casa Blanca

Los primeros instantes del juego nos llevarán directamente a combatir el asedio que sufre el sello por antonomasia de los Estados Unidos. Algo curioso que nos ocurrió durante los minutos iniciales fue el cambio de registro que el control había sufrido respecto a la anterior build que jugamos en diciembre. Ahora, el gen Ubisoft se había propagado también en el shooter de una manera precisa y acorde a lo que cabría esperar. Aquí hay un equilibrio perfecto entre el realismo militarizado de Tom Clancy con las concesiones que brinda el marco del videojuego.
La mejora también repercute al gunplay, cuya balística se siente más contundente, de mejores impactos y fácil diferencia entre clases. Sin duda, una alegría que aumentó a medida que las horas pasaban. Terminada la introducción, la propia Casa Blanca se revela como el centro de operaciones conjuntas de todo el núcleo de The Division, donde podremos realizar todas las acciones necesarias para desarrollar al agente y entrar en los diversos puntos de encuentro del multijugador competitivo.
Hasta el momento, teníamos en la cabeza el desarrollo de la misma a medida que completábamos misiones de los diferentes tipos, al igual de la disposición de pisos francos en cada barrio de Manhattan. Aquí ha cambiado radicalmente. En vez de ello, tenemos un reducto civil mucho más grande a modo de asentamiento, donde deberemos ayudar a los supervivientes del lugar haciendo misiones de todo tipo, ya sea limpieza de misiones emergentes, secundarias con historia o donaciones, las cuales requieren de ciertos objetos para desbloquear recursos clave. Fortalecer un enclave de este tipo, desbloquea especialistas que se trasladarán a la base principal con el fin de abarcar la mayoría de espectros necesarios para reconstruir Washington. Eso sí, los pisos francos seguirán presente, pero serán meros refugios donde recabar munición y elementos vitales.
Si antes hablábamos de misiones emergentes, lo cierto es que el cambio de la exploración es otra de las características que salen a relucir. En Manhattan era todo mucho más cuadriculado, máscado, diríamos. Sin embargo, aquí la exploración se ve vitaminada por la inclusión de nuevas actividades, muchas de ellas requerirán proteger a civiles o capturar un puesto de control. Aparecerán en la brújula con un símbolo de interrogación al más puro estilo Far Cry. A su vez, la actividad de las facciones (de las que hablaremos a continuación) se ve mejor representada; chocan constantemente por hacerse con cada rincón.
The Division 2, impresiones: primeras horas y endgame

Lucha de gigantes

Siete meses después del fatídico black friday, algunas fuerzas anarquistas se echan a las calles para reclamar su territorio. The Division 2 contará con cuatro facciones: Hienas, Parias, Hijos Verdaderos y Colmillos Negros. Los tres primeros agolpan el principal plantel, mientras que los últimos son una división especial cuya mención haremos al tratar el contenido Endgame. Durante la demostración de la campaña, tan solo pudimos ver en acción a los Hienas, cuyo estilo de combate es quizá el más guerrillero anarquista de los cuatro. Su vanguardia es atrevida, se abalanzan hacia nosotros con todo tipo de armamento cuerpo a cuerpo, lo que deja poco margen de maniobra y crea la necesidad de moverte en todo momento. La particularidad respecto a sus colegas de Nueva York radica en el uso de una potente droga capaz de aumentar el nivel de salud por encima del estándar. Por fortuna, esto entra dentro de las mecánicas de combate; podremos cancelar su uso antes de que completen la inyección.
Por otro lado, al hacerte cambiar de cobertura, los francotiradores acudirán en masa para poner su objetivo en nuestro perfil. Lo cierto es que son una facción divertida de jugar, puesto que te empujan a aprovechar el diseño de niveles mucho mejor, a diferencia de un tiroteo clásico. En este sentido, no hay grandes cambios; la horizontalidad de los mismos sigue presente bajo la filosofía de «shooter de coberturas». Y quizá ese sea su principal acierto, seguir la misma línea que les catapultó al éxito tres años atrás.
The Division 2, impresiones: primeras horas y endgame
Bien es cierto que en plano narrativo sigue habiendo lagunas. No queremos dar una valoración definitiva en este aspecto ya que durante la demostración no estuvo presente el prólogo; más allá, persiste la sensación de que el objetivo es una mera excusa para pegar tiros, para alcanzar ese punto final que nos permita seguir avanzando y mejorando al personaje. Hay dudas, puesto que la sorpresa se ha disipado, aunque confiamos en que la marca Tom Clancy no defraude.
The Division 2, impresiones: primeras horas y endgame

Endgame: Nueva oleada de violencia

Ya es bien sabido la importancia del contenido final una vez alcanzamos el nivel 30. Como comentábamos al inicio del texto, este fue uno de los problemas encontrados en su antecesor, y no fue hasta la llegada de sus tres contenidos descargables cuando los usuarios volvieron en masa. Es así, al final la zona oscura no parecía la llave de entrada a un paraíso infinito, sino que precisaba de diversificar las experiencias para poder aumentar su vida útil. The Division 2 se encuentra en la encrucijada, las miradas se centran en un título que nace bajo la experiencia de todos estos años... y vaya si parece haberlo conseguido.
Una vez completemos la campaña, Washington D.C. vivirá una nueva escalada de violencia. Un grupo de paramilitares, llamados Black Tusk (Colmillos Negros en su traducción al castellano) invade las calles para poner orden frente a las revueltas de las otras facciones… y también de los agentes de The Division. De esta manera, no solo cambiará la forma en la que exploramos el mundo abierto, sino que comienza otra nueva campaña a través de las mismas misiones principales.
The Division 2, impresiones: primeras horas y endgame
Los Black Tusks son una fuerza versátil, aúna todos los estilos de combate vistos hasta el momento y añade novedades en forma de artilugios similares a los que tenemos en nuestra disposición, como drones o granadas inteligentes. Así mismo, la inclusión de robots les permite permanecer en un segundo plano mientras buscan opciones de emboscada. Son muy amenos de jugar y explotan todas nuestras capacidades. Requieren de la elección precisa del set de equipamiento para salir airoso del combate.
La invasión de las misiones principales dentro del PvE no será lo único que alteren, sino que también impactarán en la zona oscura. Tras la información que recogimos el pasado mes de enero, la modalidad que propone más desafío (a la altura del clásico) pasará también por su presencia. En esta ocasión, al haber tres, habrá una rotación cuya periodicidad todavía desconocemos. Esto nos permitirá estar bastante ajetreados hasta la inclusión de nuevo contenido. No podemos olvidar las tres especializaciones, que aumentarán en número a través de los meses. Superviviente, Experto en demoliciones y Tirador.
The Division 2, impresiones: primeras horas y endgame
Y es que el compromiso de la compañía será desplegar tres episodios diferentes a lo largo del primer año, comenzando con las siempre necesarias incursiones, añadidas al poco tiempo de su lanzamiento. No han trascendido más detalles, salvo que serán paquetes que tocarán todas las facetas principales, ya sea equipamiento, misiones, zonas y contenido enfocado en el competitivo.
Nos ilusiona esta modificación del planteamiendo endgame. Al final, sentir que en el tablero entra en juego una nueva amenaza pone patas arriba la percepción que teníamos del combate hasta el momento. Arriesgar es siempre de valientes, y en esta ocasión ha sido clave para elevar las expectativas una vez choquemos el nivel 30.

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